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El sacrificio de los toques | Columna
El toque de sacrificio es una práctica en desuso en el beisbol. Los aficionados han vivido el “shock” cultural al afrontar cómo va quedando en el olvido, pero ¿funcionan o no y, en qué magnitud?
Los toques de sacrificio siguen siendo un tema muy controvertido entre los aficionados del béisbol mexicano. Cuando un manager ignora una situación que anteriormente hubiera sido de toque, cientos de aficionados saltan de sus asientos reclamando que siga «el librito».
Esta postura es comprensible, los toques de sacrificio han sido una parte importante del juego desde inicios de 1900. Los aficionados han crecido viendo cómo esta estrategia era ampliamente utilizada y ha sido un shock cultural el afrontar cómo poco a poco está quedando en el olvido. El ser humano no suele recibir bien los cambios y mucho menos un aficionado al béisbol.
En este debate prevalecen dos posturas:
- En la primera, se argumenta que los toques de sacrificio ayudan a la creación de carreras; «una carrera puede ser crítica».
- En la segunda, se plantea que los toques de sacrifico disminuyen las oportunidades para «rallies»; «los outs son lo más preciado del juego».
Ambos argumentos tienen cierto grado de razón. No obstante, no nos deberíamos de enfocar en la pregunta: ¿los toques de sacrificio funcionan o no?, si no, ¿en qué magnitud?.
Antes de entrar en números, es importante conocer el contexto histórico en el que se popularizó esta estrategia. Los toques de sacrificio son un vestigio de la «era de la pelota muerta», de las primeras décadas de 1900, periodo en el que tuvieron su auge. Durante estos años, las características de la pelota, su sobreuso y una cultura de juego en donde no se buscaban los home runs, vieron como resultado el conjunto de estadísticas ofensivas más bajas de la historia de Grandes Ligas.
Para comprender de mejor la dimensión de la escasez ofensiva en esta era: en 1905 se obtuvo un promedio de slugging de 0.305, el cual continúa como el promedio más bajo de la historia de MLB. Los líderes de home runs no alcanzaban a llegar a 20 home runs por temporada. Este era un contexto completamente distinto al actual, por lo cual, en esta época los toques de sacrificio tenían mucho sentido; anotar una carrera era una ardua labor, frecuentemente los juegos se decidían por una carrera. Al término de esta era, los promedios ofensivos comenzaron a incrementarse año con año; sin embargo, los toques de sacrificio se mantuvieron en el juego a pesar de la continua pérdida de su eficacia.
Para indagar en la magnitud de la utilidad de esta estrategia, analistas estadísticos crearon como herramienta la «matriz de expectativa de carreras», la cual consiste en una tabla en la que se muestran los 24 estados posibles de cada una de las combinaciones de bases ocupadas y outs, junto con su promedio de carreras anotadas correspondiente. Estos números varían de acuerdo a la liga y periodo que se estudia.
Para entender mejor cuáles son los impactos de los toques de sacrificio, ejemplificaré dos de algunas de las situaciones más comunes en las que se dan. De acuerdo al contexto del periodo de 2010-2015 en MLB:
- Con corredor en 1ra base, sin outs, el promedio de carreras que un equipo anotaría al finalizar el inning sería de 0.859 carreras. En ocasiones no anotarían, en otras anotarían una o más, pero en promedio anotarían 0.859 carreras. Si se realizara un toque de sacrificio exitoso, se pasaría a tener una situación de corredor en 2da base, y un out, con una «expectativa de carreras» de 0.664, equivalente a una disminución de 0.195 carreras en comparación a la situación inicial. Si en lugar de analizarlo en base a carreras, lo hacemos en base a la probabilidad de anotar una o más carreras, pasaríamos de una probabilidad de 41.6% a una de 39.7%, una diferencia de -1.9%. Estas cantidades parecerían pequeñas, sin embargo, el impacto de su acumulación a lo largo de una temporada, es significativo.
- Con corredores en 1ra y 2da base, sin outs, la expectativa de carreras sería de 1.437 y una probabilidad de anotar de 61.0%. En caso de realizar un toque de sacrificio exitoso, se pasaría a tener corredores en 2da y 3ra base, y 1 out, con una expectativa de carreras de 1.376 carreras y una probabilidad de anotar de 67.6%, una disminución de 0.061 carreras y un aumento de 6.6% de la probabilidad de anotar. Es importante recordar que estos son promedios reales, obtenidos por la suma total de sucesos en la liga.
Como se puede ver en los ejemplos anteriores, el problema de los toques de sacrificio radica en la frecuencia en la que esta estrategia es utilizada. Es un hecho que el toque de sacrifico reducirá el promedio de carreras que un equipo anotará, pero también es cierto que, en ocasiones podrá aumentar la probabilidad de anotar. El problema radica en los excesos.
La disminución de los toques de sacrificio está justificada, no son ocurrencias de las nuevas administraciones, estas decisiones están basadas en evidencias
Tampoco hay que ignorar el contexto. En estos ejercicio nos referimos a situaciones promedio, no estamos tomando en cuenta quién está bateando o lanzado, ¿están por arriba o por debajo del promedio?, ¿será un juego en el que probablemente se anoten pocas carreras?, ¿se está jugando en un estadio que favorece a los bateadores o lanzadores?, ¿son equipos con alto promedio de carreras anotadas?. Hay muchos factores que son importantes considerar para decidir si el toque de sacrificio es la mejor opción en esa situación.
La disminución de los toques de sacrificio está justificada, no son ocurrencias de las nuevas administraciones, estas decisiones están basadas en evidencias. Es una realidad que esta estrategia disminuye el promedio de carreras que un equipo anotará a largo plazo, pero esto tampoco significa que sea completamente inútil, hay ocasiones en la que anotar es complicado y una carrera puede ser la diferencia en un juego clave.
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