Culiacán, Sinaloa, Febrero 03 de 2017.- El Salón de la Fama del Beisbol del Caribe recibió esta mañana a seis nuevos inquilinos. Se trata de seis grandes personajes que dejaron huella tanto en el campo de juego como en el renglón directivo y la crónica.
El recinto de los inmortales le abrió las puertas a los ex ligamayoristas Vinicio Castilla y Erubiel Durazo, el infield Miguel Flores, el manager Benjamin “Cananea” Reyes, el periodista Alfonso Araujo Bojórquez y el hombre que cimentó una de las más brillantes franquicias de la pelota profesional, Juan Manuel Ley.
El presidente de la Confederación de Beisbol del Caribe, Juan Francisco Puello Herrera, encabezó la ceremonia que tuvo lugar en el Teatro MIA de esta ciudad, acompañado de los presidentes de las Ligas y un gran número de invitados especiales, principalmente las familias de los ahora entronizados.
Castilla participó en las Series del Caribe de 1991 (con Potros de Tijuana), 2005 (Venados) y Naranjeros (en 1995, 2007 y 2010). Con Mazatlán en calidad de anfitrión del certamen Vinny fue pieza clave para que los porteños se alzaran con su primera corona en el clásico, además de haber registrado esa hazaña como la primera de un equipo azteca en su país.
Durazo participó en cuatro torneos con Venados y Naranjeros, y le tocó contribuir al título ganado por Mazatlán en su casa. Fue además el MVP en el certamen de 1991.
Flores acudió a cuatro series del caribe. Las tres primeras las hizo jugando con Hermosillo y otra con Mazatlán que la ganaron en el 2005.
Reyes, acaecido hace más de 20 años, fue el primer piloto mexicano en coronar a un equipo de la Mex-Pac en este torneo. Lo hizo en 1976 en República Dominicana con los Naranjeros de Hermosillo y repitió 10 años más tarde con Mexicali en Venezuela. A los sonorenses los dirigió en tres ocasiones.
Las puertas al Salón de la Fama se le abrieron a Araujo por ser un destacado historiador de la pelota profesional en los países involucrados en la Serie del Caribe, además de su exitosa carrera como analista y comentarista de televisión durante décadas.
El momento de mayor emotividad se vivió con la entronización de Juan Manuel Ley López. La concurrencia le brindó un caluroso y prolongado aplauso al hombre que construyó una organización sólida como la de Tomateros y que hizo posible no solo la construcción del mejor estadio de toda Latinoamérica, sino de traer por segunda vez el certamen a la capital de Sinaloa.
Ley logró 10 títulos como presidente de Tomateros, así como dos gallardetes en Series del Caribe (1996 y 2002).
Puello Herrera tuvo muchos elogios para Juan Manuel Ley, al que calificó como una gran persona, brillante directivo, pero sobre todo, un gran ser humano.
El Salón de la Fama del Caribe nació en 1996 para honrar a los jugadores y personajes que dejaron huella a su paso por certamen.
