Monterrey, Nuevo León.- Un día Natalia Botello estaba en su escuela cuando personal del programa de detección de talentos fue a su escuela y tres años después ya era triple medallista mundial juvenil.
Sin conocer del deporte, Botello fue vista en el colegio Niños Héroes de Tijuana y ahí empezó una historia que ha sido con ascenso meteórico en el esgrima, tanto que los especialistas la ponen como la nueva joya en esta disciplina.
“Yo no sabia nada de esgrima, pero un día fueron de a mi colegio los de detección de talentos, a la semana hicimos unas pruebas en el Centro de Alto Rendimiento y a los cuatro meses me clasifiqué a mi primera Olimpiada Nacional”, dijo.
En su primera olimpiada se quedó en el camino, finalizó su participación en cuartos de final, pero al año siguiente, también en Monterrey, saboreó su primera medalla de oro. Fue a partir de ahí, que hasta el momento todo han sido éxitos.
“Comencé a salir a viajar, competencias nacional e internacionales, me ha gustado mucho, es algo magnifico”.
Ya adentrada en el deporte, Natalia aún desconocía de sus capacidades, pero conoció a su entrenador, el cubano Alain Tandron y todo cambió.
“Cuando entré yo veía a Tania Arrayales y Julieta Toledo, pero nunca imaginé ganar un campeonato del mundo, todavía no me lo creo, todavía no me cae el ‘20’ de lo que hice, siento que estoy pequeña para sentir el peso de ser campeona del mundo”.
El histórico triunfo lo hizo en la ciudad de Plodvic, Bulgaria, en dónde venció a la griega Theodora Gkountoura en el Campeonato Mundial Juvenil de Esgrima. Fue un reto importante que ahora pone a Natalia a fijar nuevos objetivos.
“El próximo año es clasificatorio a Juegos Olímpicos de la Juventud y después es Tokio”.